La rivalidad entre Federer y Rafa ha sido sin duda la más carismática de todas. A mi modo de ver el tenis, y por todo lo que ambos jugadores han aportado al deporte de la raqueta, incluso más que la que había entre Andre Agassi y Pete Sampras.
Desde que Rafa y Roger empezaron a rivalizar allá por el año 2005, creo que ahí es donde Rafa se hizo grande tenisticamente hablando. Sin duda ha habido partidos memorables, aunque yo me quedo con uno que igual hay gente que no lo piensa. Para mí, fue esa final en Roma [2006] en la que Rafa ganó en el quinto set (6-7, 7-6, 6-4, 2-6 y 7-6). Tenísticamente analizado fue un partido perfecto. Y si hablamos emocionalmente, y que marcó la historia agrandada de Rafa, me quedo con la final de Wimbledon en la que volvió a ganar Nadal, esta ocasión su primer Grand Slam en hierba. Partido para la historia.
Hay mil adjetivos para calificar lo grande que son estos jugadores tanto dentro de la pista como fuera de ella. He tenido la suerte de coincidir con ellos durante todo lo que llevo de carrera tenística y puedo asegurar que he sido mejor tenista gracias a aprender de los dos.