Feliciano López (Toledo, España; 1981) llega a la cita tras jugar un partido de pádel. Antes de empezar la charla, se quita la camiseta Wilson que lleva empapada por el sudor y con una blanca toalla cubre sus hombros del frío que cae sobre la tarde. A sus 32 años, el español, reflexiona sobre los problemas que sufre el tenis actualmente y plantea soluciones esgrimiendo desarrollados argumentos. Con las manos entrelazadas, mira a los ojos y habla pausado. No tiene prisa por terminar una conversación en la que gasta buena parte de su tiempo.
“Ha sido el peor partido del año. Me sabe mal que haya sido en casa y con la gran afición valenciana. Solo queda levantarse y luchar a tope”, escribía en su cuenta de Twitter tras perder en Valencia con Benneteau. ¿Por qué fue su peor encuentro?
Por muchos motivos. Llegué muy justo físicamente a esa parte de la temporada porque hice un esfuerzo muy grande cuando tuve el problema de la lesión. No esperaba recuperarme tan rápido, el brazo no estaba todavía muy reforzado como para aguantar el nivel de competición de todo el año y a final de curso llegué muy justo de fuerzas en todos los sentidos. Se me ha hecho larga la temporada. Sobre todo, por el esfuerzo que hice después de la lesión y que me costó bastante. Esperaba pasar el año en blanco y tuve la suerte de recuperarme en meses. Durante el verano, pase una mononucleosis muy leve, en la gira posterior a Wimbledon durante los torneos de Gstaad y el resto, y también me recuperé bien, pero he llegado muy justo a final de temporada. Quizás, el peor año de los últimos.
Lleva compitiendo en el circuito desde 1997. ¿No está quemado?
No me quema el hecho de competir porque el tenis me encanta. Siempre me ha apasionado desde pequeñito, pero hay ciertas cosas y sacrificios que uno debe hacer para ser tenista profesional y mantenerte ahí que sí cuestan a lo largo del año, sobre todo aguantarlos en un nivel mental y físico equilibrado. Después de tanto tiempo, uno siente que a lo mejor pierde cosas, echas de menos estar en casa tranquilo o tener vacaciones como tiene todo el mundo en verano. Ahora han acortado la temporada dos semanas, pero en realidad cuando miras el calendario y ves los días que tienes de descanso, más algún compromiso publicitario, te das cuenta de que realmente el descanso para tu cuerpo, para prepararte y prevenir las lesiones de cara a otros años, lo dedicas a otros temas, como los publicitarios, que durante el año tampoco puedes hacer porque tenemos un calendario muy cargado. Al final, cuando tienes unos días de descanso los aprovechas para hacer un montón de cosas, pero ninguna es descansar. Luego viene la pretemporada y el día 30 de diciembre tienes que estar compitiendo si todo está normal. Eso significa que sales de viaje el 25 o el 26. El circuito está así montado.
¿Compensa?
Evidentemente, hay otras cosas que compensan. Cuando uno ve cómo está todo y analiza la situación que tenemos en general, hablo por mí y por mis compañeros, claro que tengo que dar gracias a Dios porque soy un privilegiado. Pero sí hay muchas cosas que cambiaría.
¿Puede aprender algo dentro de este mundo con 32 años?
Mil cosas. Nunca dejas de hacerlo, pero más que aprender, lo que haces es valorar más cuando te haces mayor. El aprendizaje es aprender a valorar lo difícil que es esto. Cuando eres joven no te das cuenta…
Va todo muy rápido.
Va todo muy rápido, al menos en mi caso. Y creo que a los demás les sucede lo mismo. Yo he vivido unas cosas y unas situaciones desde muy joven que para una persona de esa edad son totalmente atípicas y hay gente que no lo asimila bien.
Ganó, finalmente, un título en hierba tras coquetear varias veces con los cuartos de final de Wimbledon. ¿Qué significó ser campeón en Eastbourne?
Es lo que le digo. Hace algo más de dos meses estuve viendo al médico y me dijo: ‘Pensaba que tendrías que operarte y perderíamos todo el año’. Y ahora estoy contento cuando analizo todo lo que he logrado esta temporada. En el mes de marzo, estaba en casa y no podía ni coger la raqueta del dolor que tenía. Empecé poco a poco. En Madrid jugué sin dolor y aunque había entrenado solo tres días, como era en casa, me apetecía jugar y me dijeron los doctores que lo hiciera porque no me haría más daño. Luego, jugué en Roma, que me costó mucho. Estaba asfixiado cuando pasaba media hora jugando porque llevaba mucho tiempo sin competir. En Roland Garros fui cogiendo ritmo y gané un par de partidos duros a Marcel [Granollers] y a Joao [Sousa]. A partir de ahí, poco a poco. En Queen´s tuve que jugar la previa porque se me olvidó apuntarme y luego perdí teniendo dos puntos de partido con Cilic en un partidazo. Y luego, fui a Eastbourne y gané. Estoy muy contento. Es una pena que en Asia y en la gira de Europa bajo techo, donde tenía esperanzas de dar un último empujón y acabar un poco más arriba, llegase un poco justo de fuerzas. Pero es para estar satisfecho si analizo todo lo que ha pasado desde principios de año hasta ahora.
Yo uso Instagram, por ejemplo, y la gente es bastante cariñosa, agradecida y les gusta que compartas cosas con ellos, pero Twitter es realmente un problema. Hay cosas que se deberían cambiar. Una persona no puede crear una cuenta y ponerse a insultar gratuitamente a quien le parezca. Eso debería estar penado, tendría que haber una ley para regularlo. Que alguien no pueda crearse un perfil en Twitter, Facebook o cualquier red social y se ponga a insultar a diestro y siniestro y que no pase nada.
Usted cae en el error de responder a esas provocaciones. ¿Por qué lo hace?
Algunas veces a uno le hierve la sangre y no aguanta, pero es cierto que no debería entrar. Hay veces que me caliento y respondo, pero desde que me abrí la cuenta hasta ahora he bajado bastante el nivel de confrontación porque realmente no merece la pena. Es dar a esa gente un tiempo que no merecen.
Solo queda uno cada semana de 32 que empiezan el torneo, si el cuadro es de ese tamaño. Los otros 31 pierden. Es duro el deporte, sobre todo a nivel individual. Perder se lleva mucho peor en deportes individuales que en deportes de equipo. Por eso, el tenis es tan duro mentalmente. También hay otro problema. Las alegrías en tenis duran poquísimo. Cuando las cosas van bien, y en un torneo llegas al fin de semana y haces semifinales, final o incluso ganas el título, estás pensando en irte al aeropuerto corriendo para jugar el torneo siguiente. Esto sucede así en el 99% de los casos. No puedes disfrutar de ese momento, de haber ganado un torneo. Incluso a otra escala, jugadores de un rango mayor como puede ser Rafa. Gana Roland Garros y se va al día siguiente a jugar en hierba. Y dices: ’¡Acabo de ganar Roland Garros, que es el sueño de toda mi vida, y estoy aquí pegando pelotazos en Queen´s!’. Son muchas las cosas que deben cambiar en tenis.
¿Es posible el cambio?
¿Realmente? Veo imposible un cambio de verdad, notable, y que favorezca a los jugadores. El tenis tiene un problema por la serie de intereses mezclados que hay entre los que mandan. Hay muchos organismos, con mucho poder, y es muy difícil poder de acuerdo a tanta gente. A la ITF, a la ATP, a los jugadores, a los directivos de los torneos…
A las televisiones.
Sí, a las televisiones. Bueno, las televisiones están un poco al margen. Al final, los que realmente participamos somos los jugadores, pero hay tres o cuatro organismos que tienen mucho poder. Los directores de los torneos, obviamente, van a ir en contra de los jugadores. La ITF y la ATP no se pueden ni ver, pero la ITF tiene los torneos de mayor prestigio mundial, que son los cuatro grandes y la Copa Davis, por lo que no puedes dejar de jugar un Grand Slam porque a tu prestigio como jugador eso no le viene bien. No se puede luchar por una causa si hay mil intereses divididos. Y eso es jodido. Se han mejorado cosas y se va mejorando poco a poco. Hemos conseguido una mejora brutal en el prize money de los torneos del Grand Slam. Brutal. Desde que entré en la ATP, hace ya algunos años, llevo escuchando la misma cantinela y al final se ha logrado.
Pero hay gente que sigue protestando.
Hace quince años no había nada. Eso es lo que yo siempre le he dicho a la gente. Era la tercera parte de lo que se gana ahora. Hay que estar contentos con esto, ha habido una evolución. La ATP también hace cosas. Dicen que en cinco años van a subir los premios de los Masters 1000 y de los 500, pero si lo analizas globalmente encuentras muchos fallos. Hay algunos irremediables.
¿Por ejemplo?
Hay un problema en Estados Unidos por tener que jugar dos torneos de diez días [Indian Wells y Miami]. Eso te obliga a quedarte un mes allí, te vaya bien o mal. Vas a Indian Wells, pierdes en primera o segunda ronda, y hasta que empiezas a jugar en Miami…
Es lo que decía, demasiados intereses cruzados.
Son muchos intereses mezclados y es difícil conseguir un circuito que sea beneficioso para todos los jugadores. Somos los que merecemos que las cosas se hagan mejor. Es complicado, pero hay gente que está luchando mucho por ello. No se escucha a los jugadores y se debería hacer. Los de arriba han hecho un esfuerzo brutal… Federer, Rafa, Djokovic o Murray han hecho un esfuerzo muy grande por conseguir el aumento de dinero en los torneos del Grand Slam y es un cambio muy importante en el tenis. Mi opinión es que se ha luchado mucho en ese tema y se ha dejado un poco de lado lo nuestro, que es la ATP. Ahí es donde nosotros tenemos más poder. La ITF es algo que no dominamos y en cambio hemos dejado un poco abandonados nuestros problemas de la ATP. Es lo que hay y debemos adaptarnos. Sinceramente, tampoco vamos a conseguir mucho más.
Hay dos grandes agujeros negros ahora mismo: dopaje y amaños de partidos. Los recientes casos de Troicki y Cilic han hecho saltar las alarmas. Las apuestas son un peligro. ¿Cómo lo ve?
El dopaje… A lo que estamos nosotros sometidos actualmente es una auténtica vergüenza. El sistema de localización al que nos tenemos que someter, diciendo todos los días del año de tu vida dónde estás a una hora del día para que una persona se presente ahí… el concepto, de entrada, ya es erróneo. Una persona no puede ser sancionada por un tema burocrático. Yo no puedo dejar de jugar a tenis y que un organismo me joda mi carrera sin haber hecho trampas. No es lo mismo meterte una inyección de nandrolona que olvidarte de mandar un papel. Me parece increíble que hayamos llegado a este punto. Me acuerdo perfectamente el lío que se formó cuando esto se propuso hace cuatro o cinco años en una reunión durante el Abierto de Australia. La gente estaba indignada. Una cosa es que el tenis esté controlado y otra que te traten como si fueras un delincuente. Yo no tengo la culpa de que la Operación Puerto haya sido una lacra para nuestro deporte. Alejandro Blanco, el Presidente del Comité Olímpico Español, lo ha dicho públicamente y lo mantiene. Esto ha sido una lacra, pero los deportistas, en este caso los jugadores de tenis que somos los afectados, no tenemos la culpa de que la Justicia española, o la Ley española, no haya sabido resolver un problema de dopaje claro que ha habido en nuestro país. No es culpa nuestra. A partir de ahí, desde el momento que el juicio de la Operación Puerto se resuelve como se resuelve, pagamos justos por pecadores. El otro día tuvimos una reunión con el Comité de la Federación, que son los que entre comillas nos defienden de cara al Consejo Superior de Deportes. Ahora, está la WADA [Agencia Mundial Antidopaje] por un lado, que es el organismo internacional, y el Consejo. Tenemos que rellenar dos formularios, uno para la WADA y otro para el Consejo. Ahora parece ser que han unificado y el Consejo pude coger la información de dónde está el jugador de la WADA. Pero el Consejo, claro, después de que no nos han dado los Juegos Olímpicos… una de las tres preguntas del Comité Olímpico fue el tema del dopaje. Al final, resulta que estamos pagando nosotros por una cosa que no hemos hecho. El tema de la Operación Puerto ha sido una vergüenza como lo ha resuelto la Justicia española, como todo lo que pasa en España. La Justicia española no funciona a ningún nivel. Joder, es que yo he estado a punto de cometer una tercera falta leve porque vinieron a mi casa a las siete de la mañana, dijeron que me habían llamado, el telefonillo no sonó…
¿Qué hizo?
Enviar una carta diciendo que ese día estaba en mi casa y que nadie me llamó. Según parece, preguntaron al portero si yo estaba y él les dijo que no lo sabía, que no controlaba la hora a la que salía o llegaba. De milagro zafé la tercera falta. Te juegas la carrera por un tema de estar en casa a las siete u ocho de la mañana o por no enviar un papel a tiempo diciendo dónde vas a estar. ¿Estamos locos o qué pasa? Tendré que estar sancionado si hago trampas, si tomo sustancias prohibidas, pero no por un tema burocrático. Yo no soy un tramposo, vamos a hacer las cosas con un poco de lógica. Esto ha sido una muy mala gestión por parte de la Justicia y nos está afectando a nosotros sin tener la culpa. Lo peor de todo es que va a más. En Valencia, por ejemplo, yo jugué mi partido de dobles el lunes y a las ocho de la noche estaba pasando un control de orina y de sangre en el club jugando al día siguiente un partido de individuales. ¿Qué estamos hablando? Y lo peor es que no puedes hacer nada. Te encuentras con este marrón, sin comerlo ni beberlo, por culpa de unos tramposos, exdeportistas españoles que se han dopado y está demostrado. Y encima, la jueza quería destruir las pruebas, que eran las bolsas de sangre. ¡Y las querían destruir! ¿Esto qué significa? Es que no se puede luchar contra tanta injusticia.
Le preguntaba antes por Cilic y Troicki.
Yo estoy absolutamente convencido de que Cilic no ha tomado nada prohibido. ¿Nivel de glucosa en sangre? (piensa) Nivel de glucosa en sangre… Es que pongo la mano en el fuego. Y en el caso de Troicki, igual. Tengo una relación con él cercana, no es íntimo amigo, pero es bastante buena porque he entrenado con Janko [Tipsarevic] durante un tiempo, hemos compartido fisioterapeuta y soy amigo de Janko. Le aseguro que Viktor hizo algo mal. Ahora, la doctora que le dejó hacer el control de sangre un día después también hizo algo mal. Que paguen los dos. Pero no puede ser que a un tío que evade un control de la manera que lo hizo, que supuestamente no dijo: ‘Venga, a tomar por culo, no voy a hacer el análisis’. Porque al día siguiente, él fue a hacer el análisis. Si la doctora no le hubiera dejado ir al día siguiente, algo que no sucedió, entonces sí que habría intentado evadir un control. Pero va al día siguiente, hace el control, da negativo, ¿y le ponen 18 meses de sanción? ¿Dónde está el sentido esta gente? El problema es ese. No crees en el sistema, no crees. Es imposible creer. No puedes tomar una Couldina porque da positivo. No puedes tomar un Frenadol. No puedes tomar un Termalgin. Entiendo que el deporte debe estar limpio y que habrá mucho tramposo en el mundo, pero no es la manera de enfocarlo. El que lo haga, que pague por ello, pero en nuestro caso concreto… el tenis se ha unido a esta vorágine y hemos hecho mal porque la gente está muy quemada.
¿Y los amaños de partidos?
El tema de las apuestas… no hay nada más que ver a la gente. Es incontrolable. Las apuestas son incontrolables. Por un motivo muy sencillo: cualquier jugador puede ir a una pista de tenis, perder por un doble 0-6, o por un doble 1-6, y nadie le puede demostrar que ese partido lo ha vendido.
Sí, sí. Yo soy mayor y no lo he vivido tanto, pero sé que en los últimos años se ha incrementado. Sobre todo, me han dicho que en los Challengers es una barbaridad. En Futures no lo sé, pero en Challengers es un escándalo. Y en partidos ATP ha habido millones de casos, pero es muy jodido demostrarlo. Ese es el problema. ¿Cómo vas a demostrar que un tío ha tirado un partido? Seguro que hay muchas redes montadas y gente que gana muchísimo dinero con esto. Las apuestas mueven una cantidad brutal de dinero en el mundo. En el momento en el que cualquier jugador pueda contactar con una de estas redes, sea donde sea, a ver cómo viene un tío a demostrarme que yo el otro día con Benneteau en Valencia, o en Tokio con Nishikori, he tirado el partido. Que vengan y me lo digan. ¿Cómo lo controlas? Las propias normas de la ATP son ridículas.
¿Un ejemplo de esas normas?
Los jugadores top 30 tienen un acuerdo con ATP para jugar los Masters 1000, cuatro ATP 500 y dos ATP 250. Firmas ese compromiso cuando acaba el año para cumplirlo la siguiente temporada. Si por cualquier motivo no puedes cumplirlo, la mayoría de la gente está lesionada y realmente no puede jugar algunas veces, te ponen un 0, incluso a veces una multa. La gente dice: ‘Me vas a poner un 0, no voy a tener la oportunidad de sumar 18 torneos, porque ese 0 ya me lo puede sustituir ningún otro torneo, y me estás perjudicando cuando no puedo competir’. ¿Qué hacen los jugadores? Van al torneo, evitan el 0 y tiran el partido. O se retiran con 1-3, o pierden 1-6 y 0-6… ¿Esto qué hace? Beneficiar a los mafiosos de las apuestas. Es muy fácil si eres un poco listo. Haces un seguimiento a un jugador y ves que esta semana ha perdido 2-6 y 1-6, a la siguiente 2-6 y 3-6, a la otra igual. Sabes que a ese tío le pasa algo porque no puede perder contra según qué rivales de esa manera. La misma ATP está haciendo con sus normas que pasen estas cosas.
Usted mismo ha estado lesionado esta temporada.
Sí. En Miami no podía coger la raqueta. ¿Cree que no podría haber vendido el partido? Salgo a la pista, hago el papelón, juego un set y me retiro. Me parece una lacra, pero es que hay gente que lo hace. La gente me dice: ‘Yo, en tu situación, entro a pista, juego el partido y me llevo el dinero de primera ronda. Y tan tranquilo’. No me sale entrar a pista si no puedo coger ni la raqueta, pero hay gente que lo hace. Y la ATP sabe que ese tío no puede jugar y ganar ese partido. ¿Consecuencias? Estás jodiendo al torneo, porque ese partido es una mierda y no da espectáculo. Estás jodiendo a un lucky loser, que tiene la oportunidad de jugar dejándose todo por ganar un partido. ¿Y qué pasa? ¿Y yo qué hago? Pues que no entro a pista, pierdo el prize money y me como un 0. Estas son las normas de la ATP.
Un 0 es una carga importante para el resto de la temporada.
Hay que cambiar un poco esto. Lo hablábamos el otro día. ¿Cómo puede ser que permitamos esto? ¡Un 0! Es que un 0 en un Masters 1000… hay ocho al año. No lo puedes sustituir por nada. Al menos, deja a los jugadores que decidan. Si en un torneo de los obligatorios o en un torneo importante no pueden participar por lesión o por lo que sea, deja que luego jueguen un 250 si se han recuperado de la lesión y que lo puedan sustituir por ese torneo. Lo que le decía antes de Miami. Encima, yo era cabeza de serie adelantado. Es decir, el lucky loser entró en segunda ronda. Hay muchas veces que se da esa situación también. Con estas normas estás haciendo que los tramposos puedan actuar.
¿Le han ofrecido algo esos tramposos?
Nadie me ha venido nunca a ofrecerme nada. Se lo juro. Sí sé de compañeros míos a los que les ha pasado. Un día Janko [Tipsarevic] me dijo: ‘Hace años, en Rusia, vino un tío a mi habitación y me ofreció 40.000 euros por dejarme perder’.
Las casas de apuestas cada vez están más pendientes y analizan los movimientos extraños que puedan producirse durante los partidos. Bueno, realmente antes ya lo estaban. En 2007, una conocida casa anuló todas las apuestas en el famoso partido entre Davydenko y Argüello.
Sí, en Sopot. Porque eso se disparó, pero si no llega a esos niveles, ¿sabe el dinero que se puede ganar? Le pongo otro ejemplo. El año pasado, en Roland Garros, me lesiono el abdominal entrenando el jueves. Me podía haber llevado una fortuna en ese partido si cojo y digo: ‘Vale, me he lesionado, estoy jodido, pero no voy a decir nada a nadie’. Vengo al club, hago como que entreno, porque me dolía para sacar, peloteo un poco y el lunes salgo a la pista con Serra. Las apuestas eran siete a uno. ¿Sabe el dinero que me llevo yo? Pues lo que hice fue lo siguiente. Voy, me hago una ecografía con el médico del torneo y él le pasa la información a los fisioterapeutas de la ATP y automáticamente a las casas de apuestas les llega la información porque esto la ATP ya lo controla para que no haya mafias. Los fisioterapeutas de la ATP están todo el rato pendientes y pasando información porque son los que más saben del tema. El fisioterapeuta ve cómo ese jugador se está tratando de una dolencia en una zona y ese en otra distinta. El problema es que es muy fácil. Los jugadores tramposos lo tienen muy fácil. Depende de la honestidad del ser humano. Pones el circuito en manos de eso. Es un tema que habría que cortar.
¿Qué le parece la elección de Moyà como capitán de Copa Davis?
Muy acertada. Carlos es un tío al que la capitanía le llega en un buen momento. Él ha estado un tiempo jugando el Senior Tour y dedicando tiempo a su familia. Le llega en el momento ideal. Además, es un tío que puede crear una atmósfera muy positiva y volver a intentar, en estos dos o tres años que nos quedan a esta generación para poder ganar, conquistar otra vez la Ensaladera al menos una vez.
¿Estará ante Alemania si le convocan?
Sí, claro. Solo en una eliminatoria en toda mi carrera he dicho que no. Fue en Canadá [2013], cuando tras Australia estaba ya mal del brazo y paré un mes de jugar. Me borré de San José e hice el primer parón por el problema de la mano. En general, todos el año que viene, cada uno dentro de sus limitaciones y hablando por mí, creo que la gente está muy motivada. Hay que ser realistas y el sorteo no ha sido muy favorecedor, porque jugar en Alemania la primera eliminatoria es complicado, pero España hoy día no tiene que tener miedo a nadie jugando fuera. Podemos ir a Alemania y perder o podemos ir allí y ganar y que nadie se sorprenda tampoco. Es complicado, hay que ser realistas, porque teóricamente sería Francia fuera después. La Copa Davis tiene esto. Nosotros nos hemos pasado muchos años jugando en casa y hay que aceptarlo.
Son cosas que pasan. En ese momento, sacas la impotencia o la rabia de haber perdido tras tener la victoria cerca. El último punto no estuvo cerca de ganarse, pero cuando llegas a 2-2, estás a un partido de ganar la final de la Copa Davis. Quizás, a él le dolió mucho porque veía que era una oportunidad única como capitán para ganarla. Yo lo viví de manera diferente porque no jugué ese fin de semana ni ese año. Al final, me dolió por los chicos porque te quedas jodido. En ese momento, la rabia que le sale a él, fue una reacción que nadie se esperaba. La gente se quedó un poco como diciendo: ‘¿Qué pasa aquí?’. La reacción fue una que puede tener cualquier ser humano. Has perdido una final, estás jodido y muestras tu frustración que en ese momento te sale así. Evidentemente, fue una situación un poco incómoda para todos, pero son cosas que pueden pasar y ya está. No paso de ahí. Es una anécdota más, como otra cualquiera.